Aléjate de ultraprocesados, bollería industrial y sal del pasillo de los dulces del supermercado. Aquí tienes una receta de magdalenas caseras a la que cualquier buena abuela les haría una reverencia.
Índice para la Receta
Ingredientes para hacer magdalenas caseras
- 350 gr de harina de repostería
- 1 sobre de levadura química en polvo
- 4 huevos tamaño M
- 250 gr de azúcar
- La piel de limón rallada y ojo, solo lo amarillo
- 100 gr nata con 35% de grasa
- 250 gr de aceite de girasol (se puede cambiar por aceite de oliva suave)
Además de estos ingredientes vamos a necesitar utensilios:
- Cápsulas o moldes para magdalenas
- Un molde de magdalenas donde meter esas cápsulas. Si no tenéis no pasa nada, lo único es que la magdalena no crecerá tanto a lo alto, se quedará como «espatarrada», y no saldrá el copete tan característico.
Cómo hacer esta receta de magdalenas
1. Lo primero es precalentar el horno a 230°C.
2. Ponemos en el vaso de la Thermomix la harina y la levadura. Mezclamos 10 segundos / velocidad 5. Así nos quedará la harina mucho más fina. Guardamos esto en un bol y lo reservamos.
3. Colocamos la mariposa en las cuchillas y añadimos los 4 huevos y el azúcar. Batimos durante 7 minutos / temperatura 37°C / velocidad 3.
4. Añadimos la piel de limón (lo amarillo) rallada. Y programamos 6 min a velocidad 3.
5. Incorporamos la nata y el aceite de girasol y le damos a mezclar 3 min / velocidad 2. Tras este paso retiramos la mariposa.
6. Agregamos ahora la mezcla de harina y levadura que habíamos reservado. Mezclamos 5 segundos a velocidad 6. Terminamos de mezclar con la espátula.
7. Guardamos la masa entre 30 y 60 minutos en la nevera bien tapada con film o en un tupper con tapadera para que no coja olores. Este truco hará que después la masa suba mucho más con el contraste frío/calor.
8. Mientras, colocamos las cápsulas de las magdalenas dentro de los moldes rígidos o de silicona.
9. Vertimos la masa dentro de una manga pastelera. Nosotros como no teníamos de eso pusimos la mezcla en una bolsa de zip de Ikea y le cortamos una esquina. Quedó perfect.
10. Rellenamos las cápsulas de magdalenas 3 cuartas partes y espolvoreamos la superficie de la masa con azúcar.
11. Bajamos el horno a 210°C y hornee durante 15-20 minutos, hasta que estén doradas. En el horno hay que poner calor arriba y abajo sin aire y colocar la bandeja de la mitad para abajo, segunda rendija empezando por abajo. Cada horno es diferente así que comprobad cómo van vuestras magdalenas poco a poco.
12. Retiramos esta tanda de magdalenas y las dejamos enfriar. Sin apagar el horno, preparamos la siguiente ronda de magdalenas caseras y repetimos el proceso, así hasta que estén todas hechas.
Consejos, tips y trucos
- Para conservar las magdalena es mejor hacerlo en un recipiente hermético con tapadera o en la caja metálica donde guardaste las pastas de té que te propusimos hace unos días. Esperad a que estén completamente frías para guardarlas.
- Si vuestro horno solo tiene opción con aire no hay problema, bajad la temperatura 10ºC de lo que ponga.
- Si no tienes Thermomix, no hay problema. Pon los huevos en un recipiente y bate bien con las varillas (batidora o manual). Sigue batiendo mientras añades el resto de los ingredientes poco a poco en este orden: azúcar, aceite, nata, piel de limón, harina, levadura química. Es importante batir bien para que la masa tenga aire. Deja reposar a la nevera como en el paso 7 y el resto igual.
- Si quieres una masa con más sabor y que dure más tiempo jugosa, cambia el aceite de girasol por aceite de oliva suave.
- No abras el horno mientras están subiendo. NO, NUNCA. NEVER. Eso es pecado y si lo abres el demonio las bajará y ya no tendrán copete. Solo puedes abrir al final para pinchar con el palito de brocheta y comprobar si están hechas.
- Para que la masa quede mejor, saca los ingredientes del frigorífico una media hora antes de hacer la receta, así estarán a temperatura ambiente.
- Podéis añadir a la masa una cucharadita de agua de azahar, cacao en polvo o de esencia de vainilla, si os gustan estos sabores.
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Una magdalena no es un muffin, ni un cupcake, una magdalenas es algo con lo que hemos crecido y que nos ha alimentado desde primera hora de la mañana para rendir en el colegio. Que no digo que las otras versiones no tengan su gracia, ojo, pero que a la magdalena tradicional le debemos un respeto, es un hecho.
La recomendación de hoy es un guiño a la nostalgia, a los desayunos preparados por madres o abuelas que comíamos en los 90’s. Reitero lo de madre o abuelas, porque en los 90 pocos eran los señoros que movían un dedo en este tipo de tareas. Así que dame Coffee and TV, peacefully, que suene Blur por toda la casa, y vamos a mojar las magdalenas caseras hasta que se beban toda la leche.
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